domingo, 27 de marzo de 2011

.: Relación Odontólogo - Paciente :.



Relación Odontólogo - Paciente

La historia de la relación médico-paciente es tan antigua como la vida misma; cuando la medicina era prehistórica veíamos una relación entre el hombre enfermo y aquel otro responsable en reestablecer la salud del que se enfermaba (jefe, sacerdote, etc.). Se veía al médico o curandero como representante de los dioses; ya era entonces esta relación un formidable agente terapéutico utilizado con empirismo y ausencia de conocimientos científicos. Desde entonces, el médico ha sido amigo y guía del paciente, desde el vientre de la madre hasta la muerte. Por esta relación se le encomendó al médico un papel decisivo, debía poseer una sumatoria de valores personales y actuar acorde a un conjunto de principios para hacer más objetiva su labor social. En el desarrollo histórico de la relación médico- paciente, el corpus hipocrático representa la sistematización más acabada de las observaciones empíricas acumuladas hasta entonces, lo cual puede resumirse en esta frase: "el enfermo es amigo del médico a causa del médico mismo".1 
Antes de la creación de la Escuela de Cirugía Dental en 1900, existían en Cuba varios colegios y academias dentales privadas. El primero fue el de los doctores CalvoJustinianiCastellanos y Vieta, quienes fueron autorizados a fundar esta escuela por una Orden Real del 4 de junio de 1875, la cual legalizaba la profesión de Cirujano Dentista en España y sus Colonias, que fue puesta en vigor en Cuba en 1880. 
En 1900 el doctor Cirilo Yarini, en representación de la Sociedad Dental de La Habana, gestionó la creación de la Escuela de Cirugía Dental de la Universidad de La Habana, el 19 de noviembre de 1900, en las esquinas de Zanja y Belascoaín. En 1939 la Escuela de Cirugía Dental se separó de la Facultad de Medicina, figurando desde entonces como Facultad de Odontología. Más adelante, el 6 de enero de 1943 se inauguró el edificio actual sito en avenida Salvador Allende (Carlos III) esquina a Zapata, con capacidad para 50-60 alumnos por curso. En 1959 era la única escuela existente para la formación de estomatólogos en el país.2 
En la época de la neocolonia, la relación médico-paciente existió con carácter comercial y en acuerdo constructural entre 2 personas, o sea, en sentido racional. En este sentido y con más carácter comercial, se manifestaba la relación estomatólogo-paciente, donde la inmensa mayoría, más del 90 %, eran profesionales privados que atendían a modo de "cliente" a sus pacientes, y a los cuales no tenían acceso alguno las personas de bajos y medianos ingresos. Paralelo a esto, el gobierno mantenía atención estomatológica muy rudimentaria en las llamadas Casas de Socorro, donde se realizaban solo extracciones dentarias, sin derecho a otro tipo de tratamiento. 
El reconocimiento del valor de la relación médico-paciente, estomatólogo-paciente, y su momento psicológico, están intimados gnoseológicamente con el reconocimiento del valor de la visión integral del ser humano. La comprensión teórica de la relación desde sus posiciones del marxismo-leninismo parte del reconocimiento socio-histórico de esta singular relación y la necesidad del enfoque sistémico en cualquier análisis que se pretenda hacer. 
El marxismo es una doctrina total y armónica, que comprende una concepción filosófica del mundo, una economía política científica y la teoría práctica del comunismo científico. Es una integración donde cada uno de sus elementos está indisolublemente ligado al resto, de tal modo que no puede comprenderse la parte, sino en el marco del todo, además es una ciencia que a diferencia de la Ciencias Naturales, cuyo objetivo es descubrir las leyes de la naturaleza, pues tiene por objeto descubrir las leyes en cuyo centro se encuentra el hombre como ser social, las leyes de la interrelación del hombre y la naturaleza, y las leyes de la interrelación de los propios hombres.3 Hoy día son pocos los autores que niegan el carácter científico del marxismo; el punto más problemático de la cuestión es el que se refiere a la cosmovisión dialéctico - materialista del mundo. 
En Cuba antes de 1959 los servicios dentales estatales contaban con 250 dentistas, los que mal equipados, trabajaban un promedio de 10 horas semanales, limitando el tratamiento a extracciones y urgencias. De estos, el 62 % se concentraba en La Habana metropolitana. Otra minoría brindaba atención estomatológica como práctica privada para aquel que estaba en condiciones de abonar los honorarios. No existía una política sanitaria nacional, ni tampoco actividad preventiva alguna. Todo esto trajo consigo un abandono total en el área rural y con esto proliferaron los llamados practicantes empíricos (intrusos). 
Ya con el advenimiento de la Revolución y con su transformación consecuente, todo fue evolucionando hasta nuestros días, con la implantación de determinados planes de salud puestos en práctica tanto por el médico como por el estomatólogo. La Estomatología gratuita, determina una serie de rasgos específicos que engrandecen la relación estomatólogo-paciente. 
En la actualidad los problemas de salud son muy complejos, y en particular los de salud bucal, por el gran consumo de alimentos azucarados, higiene personal de la cavidad bucal, hábitos deformantes y nocivos. Por esto el estado de salud bucal constituye un aspecto importante en la población, el cual se expresa mediante indicadores cualitativos, entre los que se encuentran los que reflejan la prevalencia e incidencia de las afecciones buco-dentales y su severidad, que dan al traste con el órgano dentario hasta llegar a su pérdida. Conociéndose los daños a la salud bucal, y de todos estos factores de riesgo, es tarea de nuestro Ministerio de Salud Pública priorizar y brindar una atención integral a la población que le permita conocer y eliminar estos factores. Al respecto señalamos la creación de una amplia red a todo lo largo y ancho del país, con establecimientos estomatológicos de atención primaria y secundaria, que brinda su atención en clínicas estomatológicas, policlínicos, hospitales y otros, y el desarrollo de una política específica de salud basada en programas, procedimientos y reglamentos que permiten elevar el nivel de educación sanitaria, desde la prevención hasta la rehabilitación más compleja y la recuperación de la salud. 
Nos motivamos a realizar este trabajo debido a la importancia que tiene el estado de salud y satisfacción de la población, según el plan de acción y ejecución, para vincularlo a su vez con el programa clínico del médico de la familia en su área de salud, que estrecha de manera indisoluble la relación estomatólogo-paciente.

Revista: Rev Cubana Estomatol v.41 n.1 Ciudad de La Habana ene,.abr. 2004
Autores: Dr Antonio o. y col

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